Desde nuestra infancia, hemos escuchado términos y noticias acerca de la Bolsa de Valores de New York. Durante nuestra madurez, escuchar de la bolsa se vuelve más común y nos sentimos algo así como personas en medio de un bosque lleno de aves, sabemos de dónde proviene el canto pero no tenemos ni idea de lo que dicen, eso sí, cada uno tiene su propósito.
Desde que se puso de moda la palabra Globalización allá por los 90’s, Wall Street con la ayuda del internet se volvió más accesible que los propios sistemas financieros de muchos países de Latinoamérica. Los secretos de esa fortaleza similares a la fortaleza de Bran (hogar del Conde Drácula) empezaban a develarse y con ello el conocimiento, mismo que se esparcía a personas como usted, que está leyendo este artículo.
“Si inviertes tu dinero un día, al día siguiente lo puedes perder todo”, me dijo mi catedrático de Mercadotecnia en la universidad, y con ello ahuyentó todas las posibles soluciones cuya respuesta implicaba invertir en la bolsa de valores un posible remanente de capital. Lo cierto, es que la bolsa de valores NO es un juego de suma cero, usted no gana lo que otra persona pierde, las empresas se valorizan conforme su desempeño y pierden valor de la misma forma. En 1,971 el nacimiento del NASDAQ (promedio de la capitalización de las empresas de ese mercado) fue de 100 pts, actualmente tiene en su haber alrededor de 6,300 pts. Es decir, las empresas van creando valor y a pesar que unas pierden valor (no de la noche a la mañana) en términos generales la mayoría aumentan.

En Hollywood, las películas hacen danzar millones de dólares en las inversiones y dan la incorrecta percepción de que “Hay que tener millones de dólares para poder invertir” lo cual es completamente falso. Déjeme compartirle una inversión de mi portafolio, Wellpoint Health Networks (NYSE: WLP) el 23/04 del presente, cotizaba a un precio de $69.33 por acción (punto A), si yo quisiera 300 acciones mi inversión debía ser $20,799.00 si bien ésta no es una cantidad millonaria, es muy difícil invertir esta cantidad en una sola empresa. A Partir de ese momento la acción ganó valor y al día de hoy, la acción cuesta $77.78 (punto B), es decir un crecimiento del 12.19% en un mes. No está mal considerando los rendimientos de inversiones en el sistema bancario.
Sin embargo nuestro movimiento fue diferente, paralelo a el movimiento del precio de la acción existen contratos derivados denominados Opciones. Los cuales en el punto A de la acción, éstos tenían un precio de $2.28 (punto C) de igual forma, si quiero invertir en 300 de ellos mi inversión total sería $684.00, una fracción del precio de la acción. Con la subida del precio de la acción, el contrato aumenta en el valor de su prima. Al día de hoy la acción cuesta $77.78 y el contrato que compramos a $2.28 ahora vale $8.02 por contrato, es decir una ganancia de 251.75% o bien $1,722.00 de ganancia.
Esto es más de lo que ganan muchos de mis compañeros recién graduados de la universidad.
Uno cree que para tener estos rendimientos “Debe pasar todo el día sentado frente al monitor de la PC y además tener vía satélite los canales de noticias financieras”. Esto es completamente FALSO. Con la tecnología de punta en los mercados financieros de New York y además los Brokers (agentes que siguen nuestras órdenes de compra y venta) en el caso anterior, puedo colocar una orden automatizada de venta (stop) en la cual, mi agente venderá mi posición cuando el contrato en el cual ya tengo ganado 251.75% llegue a un punto de $8.00 y con ello aseguro mi ganancia sin necesidad de estar conectado al internet. Sé que resulta difícil de creer el hecho de que alguien estará pendiente de nuestra inversión, y la verdad no es así; la que está pendiente es una supercomputadora que lanza la orden de venta automáticamente cuando el contrato llegue a ese precio, sin atrasos, sentimientos o errores.
“Solo los analistas financieros privilegiados pueden acceder al conocimiento de Wall Street”. En este punto quiero comentarle que esto es Falso, en internet existen muchos programas de capacitaciones en inglés y un número muy reducido de capacitaciones en español, el problema es que todos son virtuales y el maestro se vuelve un monitor que no interactúa para nada con los algoritmos mentales de cada uno de sus alumnos. En Bursátile, institución a la cual represento, hemos tenido dentro de nuestro programa presencial de capacitación a personas completamente ajenas a las ciencias económicas; doctores, abogados, arquitectos, agrónomos y jóvenes que aún están en la decisión de qué carrera seguir, cada cual hace su aporte de análisis y sobre todo aprende a generar ganancias mayores a las que podría obtener en cualquier banco del sistema financiero. Aprendemos desde los instrumentos hasta tácticas avanzadas de inversión. Lo invito a que se tome un minuto y piense por unos instantes, ¿Cuánto ha dejado de ganar hoy en Wall Street?