En Estados Unidos el abanico de instrumentos de inversión es demasiado amplio, pues en él se encuentran diferentes alternativas para los inversionistas principiantes o expertos. Todo depende de la variabilidad que estos instrumentos tengan, ya que unos productos requieren mayor experiencia y manejo de riesgo. Independientemente de lo anterior, existen mercados específicos para los distintos productos que se negocian en ese país.

“Existen varios tipos de mercados: el mercado de dinero o mercado monetario, el mercado de valores donde se negocian acciones, bonos, certificados de depósito, etc., el mercado de opciones, futuros y derivados, y los mercados de productos.” Estos son los productos más conocidos y más negociados por los inversionistas en todo el mundo.

También se negocian productos derivados de los principales instrumentos. Estos se mueven en relación con el desempeño del producto al que siguen. “En los mercados de derivados, se contratan y negocian instrumentos como futuros, opciones y swaps[1] (…) También existen otro tipo de bolsas de insumos y productos agropecuarios, donde se negocian contratos de compra venta de productos, insumos y servicios de origen o destino agropecuario, certificados ganaderos, certificados de depósito y bonos de prenda.”

Muchos de los productos que se negocian han ido evolucionando, como los warrants[2], los contratos sobre tasas de interés, ETF sobre mercados emergentes. Estos productos si merecen mayor especialización en las transacciones ya que su análisis es más pertinente.

Asimismo, es más fácil para el lector comprender el desempeño que tienen las bolsas de valores, utilizando el instrumento denominado Índice bursátil del que los inversionistas hacen uso en la práctica diaria. Sin embargo, debe considerarse que según sea el mercado al cual se deseen dirigir las inversiones, así debe seleccionarse el índice que lo represente en su desempeño.

[1] Un Swap o permuta financiera, contrato por el cual dos partes se comprometen a intercambiar una serie de cantidades de dinero en fechas futuras, normalmente referenciados a tipos de interés.

[2] Un Warrant es un contrato o instrumento financiero derivado que da al comprador el derecho, pero no la obligación, de comprar o vender un activo subyacente (acción, futuro, etc.) a un precio determinado en una fecha futura determinada y se incluye dentro de la categoría de las opciones.