Para los inversionistas, los portafolios de inversión (llamados también carteras de inversiones) son el conjunto de activos financieros en los cuales se invierte. Una cartera de inversiones, en general, está compuesta por una combinación de algunos instrumentos de renta fija y renta variable, a modo de equilibrar el riesgo. Según algunos, una buena distribución de la cartera de inversión reparte el riesgo en diferentes instrumentos financieros como son: acciones, depósitos a plazo, efectivo, monedas internacionales, bonos, bienes raices, fondos mutuos, entre otros. A esto se le conoce como diversificar la cartera de inversiones.

Cada inversionista forma su portafolio de inversión de acuerdo con la disposición al riesgo que tenga, ya que algunos portafolios son un tanto más conservadores al poseer, por ejemplo, el 100% de bonos cuyo rendimiento es escasamente volátil. El portafolio de inversión puede contener variedad de productos o estar compuesto por una sola clase.

La administración de portafolios de inversión se refiere a la forma en que se decide que productos bursátiles comprar y el manejo que se les dé a los mismos. Lo ideal es la administración del portafolio que permita obtener más rendimientos y con ellos generar ganancias que cubran las pérdidas que puedan originarse, como en cualquier otro negocio.

Las inversiones de renta fija (por ejemplo, bonos) presentan una baja rentabilidad y un bajo riesgo, mientras que las inversiones de renta variable (por ejemplo, acciones) presentan una alta rentabilidad y poco más de riesgo. La mejor manera de reducir o manejar el riesgo es a través de la diversificación, es decir, construyendo un portafolio que combine ambos tipos de inversiones. La proporción de estas inversiones dependerá de los objetivos y el perfil del inversionista, por ejemplo, si se busca una mayor rentabilidad, mayores deberán ser las inversiones de renta variable; y mientras menor sea la tolerancia al riesgo, mayores deberán ser las inversiones de renta fija.

si se busca una mayor rentabilidad, mayores deberán ser las inversiones de renta variable; y mientras menor sea la tolerancia al riesgo, mayores deberán ser las inversiones de renta fija.

La anterior es la forma adecuada de diversificar el riesgo en los portafolios de las inversiones. A mayor riesgo mayor ganancia, pero no todas las personas son partidarias del riesgo, por lo tanto, recurren a inversiones de largo plazo donde la ganancia es razonable pero segura, esto debido a lo adversos al riesgo que resultan ser. La administración de portafolios permite gozar de ganancias en momentos de volatilidad de los mercados, pero también de ganancias mediante dividendos o rentas fijas no importando cual sea el desempeño de los instrumentos de inversión utilizados.